lunes, 2 de mayo de 2011

Lágrimas, celebraciones y alta seguridad en la "zona cero" de Nueva York tras muerte de Bin Laden


NUEVA YORK, (AFP) - Llorando de alegría, festejando y agitando banderas, miles de personas acudieron el lunes a la "zona cero" de Nueva York, donde se erigían las Torres Gemelas, para celebrar el asesinato de Osama bin Laden en el lugar de su más notorio ataque.
"Es un día con muchas emociones", dijo Mari Zang entre sollozos, una abogada de 30 años. "Sé que voy a ser muy muy feliz en algún momento, pero primero tengo que liberar las emociones". Con lágrimas resbalándo por sus mejillas, Zang dijo: "Me siento tan orgullosa por haber sido capaz de decir que no nos dimos por vencidos".
La emoción desatada entre los estadounidenses tras conocer ayer la noticia de que sus fuerzas especiales habían matado al líder de Al Qaida reflejó los años de frustración que vivieron por el hecho de que el cerebro de los ataques del 11 de septiembre de 2001 seguía impune.
En ninguna parte la emoción era tan profunda como en Nueva York, donde la masacre del 11 de septiembre le asestó un duro golpe a la ciudad famosa por su febril actividad. El jefe de la policía, Raymond Kelly, calificó la muerte de Bin Laden como un "hito" para las familias de las víctimas. El alcalde de Nueva York declaró: "Los neoyorquinos han esperado esta noticia casi 10 años".
Una multitud salió a la calles aledañas a la "zona cero", donde tras años de atrasos, las obras de los nuevos rascacielos del World Trade Centre avanzan con rapidez. Los policías, entre ellos agentes antiterroristas armados con rifles, dirigían el paso de los manifestantes.
Muchos llegaban al lugar que se ha convertido en una parte clave del folclore de Nueva York. "Hoy, estoy orgulloso de ser estadounidense", dijo James Vigliatura, camarero de 51 años de edad, quien ondeaba una bandera y la portada de un periódico con el titular: "Lo agarramos!".
"Estoy aquí para celebrar su muerte (de Osama) y para apoyar a las familias que perdieron a seres queridos el 11 de septiembre".
 El sargento Michael Biscardi, de la policía militar, dijo que pasó por la "zona cero" de camino al trabajo para presentar sus respetos. Biscardi estaba discutiendo con una ex novia cuando se enteró de la noticia por un mensaje de texto que le envió un amigo a su celular. "Colgué el teléfono", dijo. "Entonces entré en Facebook y empecé a llamar a todos mis amigos de todo el mundo".
La noticia también fue muy especial para los obreros que trabajan en la "zona cero". Se encargan de devolver la vida al enorme agujero dejado por las derribadas Torres Gemelas, y lo hacen bajo la mirada de los políticos, de los mandatarios en visita oficial y de los turistas que recuerdan a los 3.000 muertos. "No nos dimos por vencidos. Vaya que no.
No vamos hacia atrás. No, solo vamos hacia arriba!", exclamó Luis Zinin, de 50 años, señalando a la red de metal y vidrio de la torre más alta que se alza de entre los escombros. Pero Zinin y sus compañeros expresaron las dudas que quedan tras el dramático final de Bin Laden.
 "Es muy sorprendente que se estuviera escondiendo en un país que es nuestro aliado", se quejó Zinin. "Sí y cómo puede ser que en 10 años nadie lo supiera", se preguntó Ruben Breton, de 49 años. "No creo que esto haya acabado. No. Ahora habrá venganza y puede ser en cualquier lugar, en cualquier momento", dijo Zinin.