La huelga realizada ayer por sectores populares en el municipio de Tamboril mantuvo paralizadas las actividades comerciales por 24 horas, y que según las declaraciones de sus organizadores fue desarrollada de manera “pacífica”.
El dirigente Leandro Gutiérrez, del Frente Amplio de Lucha Popular (FALPO) pronunció ayer en la tarde ante los medios de comunicación que la huelga fue pacífica, y que algunas comunidades se manifestaron más que otras, porque son afectadas por la carestía de los servicios de agua potable y por constantes apagones. Los moradores aseguran que hay sectores que llevan dos semanas sin recibir el líquido de vida.
Al respecto, el jefe del Comando Norte, general Juan Ramón de la Cruz Martínez, se reunió en la tarde con los principales dirigentes comunitarios de ese municipio y prometió canalizar las demandas que exigen los residentes de Tamboril, en EDENORTE y CORAASAN.
De su lado, Gutiérrez agradeció el apoyo brindado a la protesta por 24 horas, la cual calificó en un 85 % pacífica y que fue desarrollada con organización. Dijo que esta manifestación es “una muestra de lo que va a ocurrir el próximo 11 de julio en todo el país”.
Tras las protestas, los grupos populares demandaban la solución a los apagones y al agua potable y, como resultado, el comercio, la industria, el transporte y otras actividades del municipio fueron paralizados.
Francis Ureña y Leandro Gómez, voceros populares, dicen que no se justifica que siendo Tamboril uno de los municipios donde se concentra un sinnúmero de industrias que se dedican a las exportaciones de sus productos, esté recibiendo sólo entre 5 y 6 horas de energía eléctrica al día.
A la víspera de la huelga, varios neumáticos fueron incendiados, y en las calles se lanzaron grapas con el fin de obstaculizar el tránsito, lo que ocasionó serios inconvenientes a los conductores.
En la zona se observó un amplio despliegue de agentes policiales en prevención de incidentes.
