domingo, 8 de abril de 2012

El aguacate Dominicano se vende "como pan caliente" en Estados Unidos


Los aguacates de origen dominicano tienen un espacio cada vez más habitual en los anaqueles de prominentes hipermercados de Estados Unidos, donde el producto criollo descuella, se abre paso e incluso compite en calidad y precio relativo con el de suplidores tradicionales con predominio en este gran mercado.

En los últimos tres o cuatro años, el “avocado” proveniente de Ocoa u otras zonas productivas ha logrado calar en el gusto del consumidor norteamericano y latino en general, insertándose con éxito en cadenas de la talla de Walmart, Publix y Price Chopper, entre otras. Colocado en buena lid de oferta y demanda justo al lado de la variedad Hass (la más popular, que suplen en gran medida México, la Florida y California), el aguacate “cáscara verde” criollo se vende “como pan caliente” en las tiendas Walmart de Atlanta, multinacional con más de 3,800 locales en todo Estados Unidos. Y también en las de Publix, cadena que opera 1,049 supermercados en varios estados del sur de la Unión Americana.

Uno de los principales importadores es la firma Fresh King - con sede en Florida y veinte centros de distribución a escala nacional –, que adquiere sus productos a la empresa Agroindustria Ocoeña (Aiosa). Tan sólo en Walmart, este distribuidor coloca de cuatro a cinco contenedores por semana, cada uno con 1,800 cajas de aguacates a bordo.

Álvaro Perpuly, uno de sus ejecutivos, indica que la mayor demanda viene dándose en la Florida, Texas, Georgia, Alabama, Pennsylvania, New York, Massachusetts y otros estados con mucha población hispana. Agrega que, si bien el Hass es un aguacate“mucho más conocido, a la gente le gusta el rico sabor” de las variedades Semil 34 y Carla, que se producen masivamente en tierra dominicana. Por su menor contenido de aceites, el Semil 34 se mercadea además como una opción “más saludable”, a tono con las tendencias globales de consumo.

Otro valor agregado es el tamaño notablemente superior del rubro, que en Publix cuesta US$1.88 la unidad, mientras el Hass se expende a 0.88 centavos, una disparidad de precios que en opinión del empresario no afecta las ventas “porque a la gente le conviene más comprar ese aguacate, que es mucho más grande y rinde mucho más”.

En el 2010 las exportaciones dominicanas de aguacates reportaron US$18.0 millones, de los cuales US$10.7 millones (59% del total) corresponden a Estados Unidos, según el reporte anual más reciente del Centro de Exportación e Inversión(CEI-RD).

“Barreras” de ingreso versus libre comercio

La cantidad de entre 120 y 150 contenedores - de 40 pies refrigerados - cargados de aguacates que Aiosa coloca cada año en la Florida pudiera aumentar significativamente, de no ser por las trabas proteccionistas que según productores y exportadores persisten en Estados Unidos.

María Eugenia Castillo, directora de Mercadeo y Ventas de la empresa, afirma que “no han valido de nada” el tratado de libre comercio (DR-CAFTA) ni las múltiples gestiones realizadas incluso ante el Departamento de Agricultura estadounidense (USDA, en inglés) para flexibilizar el calendario de importación adoptado hace varios años por este organismo, a instancias de los productores de la Florida. Se trata, en su opinión, de “una barrera” que limita el ingreso del aguacate criollo en función de su variedad, peso, entre otros rasgos. 

“Ahora mismo pueden entrar todas las variedades, pero el Semil 34 ya está agotando su ciclo (de producción) y sólo puede ingresar a partir de octubre, cuando aquí lo tenemos disponible desde agosto; o sea que duramos dos meses sin poder embarcar, y perdemos esa producción”, sostuvo la empresaria por vía telefónica desde Ocoa. 

Gustavo Florentino, presidente del Clúster del Aguacate, apunta que para superar esta“traba no arancelaria” y mejorar los márgenes de comercialización es necesario diversificar la oferta con variedades que tengan un ciclo productivo “más temprano que el Semil, pero también con otras de ciclo más tardío”, como el aguacate Carla.

Perpuly, de su lado, señala que otro escollo para la expansión de este nicho de mercado es la incursión, que tilda de “competencia desleal”, de distribuidores que logran colarse en los grandes supermercados y venden a un menor precio, sin reunir todos los requisitos de inocuidad ni la certificación requeridos por el USDA y el estado de la Florida.

elcaribe.com.do